El nacimiento del los templarios del camino oscuro...

Hubo una vez un joven Escudero Templario, un guerrero santo que se unió a la Orden con ideales de paz y justicia y defendió sus ideales fieramente, a lo largo de 4 años se convirtió en Caballero. El momento llegó, pisaría el campo de batalla en aras de conquista, con intenciones de paz, en el nombre de Dios...
Que distinto fue ese encuentro con la realidad, comparado con su ideal. Ciudad tras ciudad fue conquistada, cada pueblo terminaba igual o peor que el anterior. Cada ciudadano era violentamente "acogido" en el ceno vaticano, los que se oponían a este nuevo régimen eran acusados de herejes y llevados a la horca, a la hoguera o encontraban la muerte en la punta de una espada templaria; siendo entregadas sus tierras y vienes materiales a la orden. Los familiares de los herejes eran forzados a la servidumbre para pagar la deuda que tenian con Dios, las doncellas entregadas a los conquistadores.
Esto no fue por lo que Azrael lucho tanto, los Sagrados Caballeros Templarios, no eran mas que saqueadores y mercenarios. Si un noble deseaba o envidiaba los bienes de otro, no tenia mas que correr ante la orden con un buen saco de oro y acusarlo de herejía.
Azrael permaneció en la orden, a pesar de sus conflictos internos, siempre alzó su arma con justicia, nunca cotra un inocente, pero esto no podría durar mucho, sus constantes cuestionamientos hacia sus compañero y superiores le costaría su rango, su lugar en la orden o incluso su vida...
Fue una noche volviendo de la batalla de Lago Profundo, que su fe comenzo a flaquear. El pequeño pueblo fue arrazado sin previo aviso, ancianos mujeres y niños eran asesinados sin remordimientos, Azrael estaba paralizado, no podia creer lo que veian sus ojos, creció con la mayoría de sus compañero de batallas pero nunca los creyó tan sanguinarios. Fue en ese momento, mientras contemplaba la masacre que lo sintió, la adrenalina subiendo, esa sensación de peligro que te obliga a reaccionar sin pensar cuando tu vida se ve amenazada. Fue cuestión de segundos, mientras escuchaba su propio corazon bombear la sangre en sus oidos pudo oir tambien la espada, torpemente cortar el aire a sus espaldas. No pensó, no tenía que hacerlo, giró sobre si mismo y asestó un golpe, justo en el blanco. El cuerpo de muchacho calló al suelo sin vida, solo un muchacho...
Esa noche no durmió, su corazón estaba lleno de remordimientos, solo defendía lo que por derecho era suyo, y yo lo maté...
Gobaine, era su capitan, y amigo de su fallecido padre. Ingbald calló en la batalla de Puertorroca y Gonaine le juró ocuparse de su esposa y su pequeño hijo Azrael, asi lo hiso.
_Azrael, puedo hablarte?
_ ... -Azrael lo siguió en silencio.
_ Vi lo que pasó esta noche, escucha se como piensas, pero esto es una guerra, es natural que algunos inocentes mueran.
_ Guerra, natural, inocentes...- Entonces perdió los estribos- Por Dios!! Guerra, de que guerra me estas hablando, eran campesinos, no tenían posibilidad..!
_ Eran herejes!! No andaban por el sendero de Dios!!
Azrael cerró los ojos, respiró profundo y dijo la verdad de su corazón... _ Siento que la orden se está desviando de ese camino...
_ Muchacho para llegar a donde deseas, no siempre el camino es recto. Quisás la orden no se desvía, Quisás el que se desvia es el camino...
_ O quisás yo estoy en el camino equivocado.
Azrael se fue sin mediar palabra, ni siquiera trató de dormir, se quedó meditando su encuentro con Gobaine...
Tres días después se dirigían a Pastenica, una pequeña escuadra, 20 hombres armados para custodiar 1 sola mujer. Gobaine penso que lo mejor sería alejarlo del campo por un timepo, Azrael era teztarudo e idealista, pero el viejo capitán le tenía aprecio.
Tardaron otros 3 días en llegar a Pastenica y cuando llegaron... 42 templarios muertos, otro tanto heridos, hasta donde llega la codicia de la Orden, acusan de esta masacre a una sola mujer!!
_ Partiremos en dos días, descansen, el viaje será largo, hay q llevar a la bruja a Roma.
El pueblo era tan pequeño, que en esos dos días casi consumen todas las probisiones de las que disponían. Azrael podía sentir el odio que les tenía la gente, sentían un miedo mortal pero podía escucharlos susurrar a sus espaldas. Antígona, escuchaba ese murmullo una y otra ves, normalmente no se interesaría pero el continuo murmullo y la fantástica historia detrás del nombre despertaron su curiosidad.
_ Blitz, no esperas que me crea ese cuento verdad?
_ De la bruja?, no estube presente pero puedo sentir q algunos de mis soldados le temen, esa noche hubo una gran tormente eléctrica, fue un desafortunado accidente natural. Pienso que una mujersuela de campo todo lo que puede matar es una gallina, como mucho un cerdo. Pero las historias vuelan y si esta llega a otras aldeas estos puercos campecinos comenzarán a revelarse, pensando q podrían tener oportunidad contra la orden.
_ Donde la tienen.
_ Hum... no te culpo yo tambien quise verlo con mis propios ojos, esta en el calabozo claro.
Azrael esperaba cualquier cosa, bruja la llamaron, asesina de templarios... Azrael se imaginaba una vieja, que se viera amenazante, que infundara temor... o al menos respeto... que mal esperaba...

En la esquina mas oscura de la celda mas lejana, estaba una pequeña figura agazapada, estaba encadenada y tenias los ojos vendados, los guardias se sentían mas seguros así, corria rumores de qeu podia matar con la mirada. Ahí estaba ella, pequeña, desalineada, flacucha y sucia, que desilusión...
_ Eres Antígona?
_ No no, soy La Reyna Isabel, eh venido a supervisar los calabozos personalmente. Para un calabozo está bien pero los bancos son muy duros.
_ He he... y cuales son tus crímenes?
_ Que te importa...
_ No creo que hayas matado a todas esas personas.
_ ...
_ Vamos a llevarte a Roma para ser juzgada.
_ ...
_ Si te encuentran culpable te matarán.
_ ...
_ Es inutil...
_ Tu viaje comienza esta noche Azrael...
Esa fue la última vez q la vió, pero ella tenía razón, para cuando calló la noche Antígona había desaparecido, la aldea fue destruída en la búsqueda. Esa fue la última noche que se llamó a si mismo templario, si el camino de la orden estaba torcido, entonces él tomaría otro camino.
Así comenzó el viaje de Azrael, los que pensaban como él lo siguieron, se convirtieron en sus hermanos, viajaron a lo largo del continente defendiendo a los inocentes que eran víctimas de la orden, mostrando como debía ser un Caballero Templario, marcando el camino correcto...